viernes, 26 de febrero de 2016

El aceite y su utilización terapéutica


por Pablo Rego | El aceite vegetal es un producto antiquísimo utilizado tanto para la alimentación como para tratamientos y cuidados corporales. Como ocurre con tantos otros artículos utilizados para la ingesta o en tratamientos sobre la piel, es ideal que su origen sea confiable, ya que los productos naturales obtenidos directamente de un fruto, una hoja o una flor, nos transmitirán su esencia  de vida obtenida a partir de distintos procesos.

El cuerpo humano absorbe e integra cualquier producto con el cual se ponga en contacto. De la misma manera que ocurre cuando ingerimos algo, al darnos un baño de inmersión, por ejemplo, el líquido en el cual nos sumergimos se pone en contacto con los poros de la piel y a través de estos ingresa a nuestro cuerpo. Por ello, si el producto es artificial o de baja calidad, puede ser perjudicial para la salud.

El aceite vegetal natural puede ser utilizado para consumo y también para tratamientos corporales, aplicándolo sobre la piel con diferentes propósitos y técnicas. Muchos aceites de calidad que se utilizan en el ámbito culinario pueden ser usados sobre la piel como ungüento o a través de un masaje, para mejorar su estado como por ejemplo el de oliva (del que se tienen datos de su uso desde hace más de diez mil años), el de almendras o el de sésamo extensamente usado en India.

El aceite y sus efectos

Por sus propiedades químicas el aceite puede ser utilizado de diversas maneras. Hay algunos que ayudan a limpiar el organismo de toxinas desde dentro, como por ejemplo el de oliva que resulta efectivo en la purificación del hígado y la vesícula. De la misma manera este aceite puede ser aplicado sobre la piel, al igual que el de almendras, el de jojoba, el de sésamo o el de coco, entre otros, que aportan diversos beneficios.

Principalmente, todos los aceites, ayudan a la regeneración celular gracias al efecto emoliente producido por los ácidos grasos. Existe una gran herencia original de las antiguas culturas del Valle del Indo o la Mesopotamia asiática en la utilización de estos aceites, tanto para la cura o protección de la piel como en tratamientos de armonización y equilibrio de la salud, mezclando aceites con esencias.



Tratamientos terapéuticos con aceites

El masaje y la aromaterapia son dos de los ámbitos donde mayormente se utilizan los aceites. Hay dos dimensiones particulares en la utilización de estos tratamientos que son la del tacto y la del aroma. Los productos más fáciles de obtener, como son los de frutos o semillas, como la oliva, la almendra o el sésamo, suelen emplearse como aceite vehicular, ya que la cantidad a utilizar es importante si queremos cubrir completamente el cuerpo. Las esencias, que se mezclan con aceites vehiculares son las que se usan para aromatizar y crear un  efecto olfativo y energético.

En medio de estos dos propósitos de uso del aceite hay una amplia gama y diferentes propuestas de productores y alquimistas que desarrollan o consiguen productos muy buenos para casos específicos, pudiendo ser aplicados en determinados tratamientos. Por ejemplo, el aceite de rosa mosqueta con excelentes propiedades para la cicatrización o el aporte de elasticidad o el de nim excelente para tratar infecciones.

Siendo específicos en la utilización de este versátil producto natural en tratamientos sobre la piel, los aceites vehiculares y esenciales son ideales como medio para aumentar los beneficios de un masaje profundo y reparador, ya que al mismo tiempo que se consigue la relajación muscular y la liberación del dolor, el aceite aporta una gran cantidad de beneficios a la piel y en una dimensión más sutil al cuerpo energético.

Sintonizando con las texturas y las esencias

El masaje con aceite puede ser tan específico que, dado como terapia, muchos síntomas de desequilibrios manifestados en el cuerpo pueden dar señales de qué tipo de producto y qué esencia darían mejores resultados en la búsqueda de solucionar dolencias. En general, las pieles secas, moderadamente secas, grasa, sensibles, etc., pueden ser tratadas con diferentes tipos de medio oleoso para conseguir mejor efecto.

En el caso de la aromaterapia, las esencias se obtienen a través de distintos procesos, como el de la destilación que proporciona la extracción de la esencia del resto del componente de la hoja o flor de la planta. Estos aceites naturales pueden usarse en perfumes, jabones, inciensos o, utilizando una base oleosa, se transforman en “aceites esenciales”.

El aroma crea un determinado efecto en el receptor que moviliza estructuras emocionales específicas, por lo que evoca esa esencia, y libera tensiones que ayudan a la relajación de una manera muy sutil, pero efectiva.

Muchas de estas esencias pueden ser obtenidas directamente de la utilización de una hoja o una flor mezclándose al momento de dar el masaje, obteniéndose así un efecto de amplio espectro sobre la piel y, también, sobre el olfato.

Actualmente existe una extensa propuesta de tipos de aceites y esencias que sirven para ser aplicados sobre la piel, a través de un masaje que puede ser relajante, sensitivo o energizante. Es importante sentir esos artículos tanto desde el punto de vista del tacto como olfativamente para elegir el que nos proporcione de entrada una sensación placentera. Sin dudas el placer emocional o sensitivo es el indicador de que el elegido será el producto que nos dará bienestar.

Pablo Rego
Terapeuta-Masajista Integral
Profesor de Yoga
Diplomado en Salud Ayurveda


               

viernes, 19 de febrero de 2016

Uno de los autores sobre Yoga más recomendables de todos los tiempos.

por Pablo Rego | Cuando hablamos de Maestros de Yoga, de guías espirituales, de swamis o gurús, que dan como una fuente inagotable su conocimiento a quien sea capaz de tomarlo, los occidentales debemos rendir un justo reconocimiento a uno de los más importantes difusores del Yoga durante el siglo XX.

Durante su experiencia de vida André Van Lysebeth (1919-2004) bebió directamente de la fuente de la sabiduría siendo bendecido por el gran Maestro hindú Swami Sivananda, de quien este belga atraído por los métodos del control de la mente y la hipnosis aprendió directa y sistemáticamente. A mediados de la década de los 50s comenzó a buscar puntos de conexión entre la sabiduría milenaria y la mística en relación con la ciencia occidental y sus recursos más modernos.

Hoy en día es normal enterarse de que ciertos conceptos que los yoguis tenían por verdades, surgidos desde la percepción, pueden comprobarse mediante aparatos tecnológicos capaces de “comprobar científicamente” lo que los Maestros enseñan desde la intuición o la comprobación empírica desde hace milenios, pero a mediados del siglo XX la tecnología y los occidentales estábamos muy lejos de “captar” la sutileza de los procesos del Ser.

André Van Lysebeth fue un gran practicante de Yoga y un estudioso. Desde sus conocimientos en medicina occidental profundizó sus estudios del Yoga, desde la práctica, respetando las enseñanzas más profundas de manera estricta y también aportando sus reflexiones, conceptos y estudios para conseguir un acercamiento excepcional entre dos mundos que en ese entonces no estaban tan próximos y no resultaban tan accesibles como ahora.

Como creador literario y Maestro de Yoga, Van Lysebeth inauguró asociaciones y federaciones, hasta la rama europea de la Federación Internacional de Yoga; desde su escuela formó a cientos de instructores y fue visitado allí por muchos de los más renombrados Maestros de la India. En su Bélgica natal compartió directamente el conocimiento en la televisión, creó la “revista Yoga” (1963-2008) y como creador literario dejó cinco obras de difusión que son un tesoro desde el punto de vista de la información y un gran modelo para muchísimos practicantes, estudiosos, profesores y maestros que más adelante en el tiempo crearon sus propios trabajos, siguiendo sus pasos.

Los libros en Español de André Van Lysebeth

Los libros “Aprendo Yoga” (1968), “Perfecciono mi Yoga” (1970) , “Mi sesión de Yoga” (1979) abrieron una puerta a un estilo ejemplar en el que el autor va mezclando en su relato, experiencias personales, descubrimientos científicos, sabiduría aprendida en India y conclusiones de campo. Y desde ese lugar, cada unos de sus libros van llevando al lector, de la misma manera que el guía lleva al discípulo, a una práctica profunda, seria y a consciencia.

Pranayama, a la serenidad por el Yoga” (1971) es quizá el libro más completo jamás escrito de esta ciencia que forma parte del Yoga. La mayor parte de la información disponible en Occidente acerca de este tema tan importante y rico, se la debemos a este autor. Este trabajo es una obra única, es casi un tratado que seguido debidamente nos puede conducir a una excelente práctica y control de la energía a través de la respiración.

Además de estos trabajos Van Lysebeth nos legó su gran obra “Tantra, el culto de lo femenino” (1988), un trabajo de los más serios y respetables disponibles en la actualidad para comprender de manera profunda y a la vez práctica esta filosofía que se entrelaza con el Yoga en el mundo del desarrollo espiritual y las prácticas ancestrales. Y lo escribió como el yogui-científico en el que se fue convirtiendo, durante muchos años y sin ninguna prisa, sino más bien con mucho celo y detenimiento en cada palabra, en cada capítulo, en cada ejercicio, luego de más de treinta años de estudios.

Las obras de André Van Lysebeth son el reflejo de su trabajo como pionero del estudio serio de una disciplina que hasta sus tiempos tenía más de magia, habladuría y misterio que de certeza y entendimiento en occidente. Quizá a él le debamos muchos de los conceptos que hoy en día guían nuestras clases de Yoga, gracias a su maestría para aprender, entender, traducir y transmitir el conocimiento científico y espiritual del Yoga.

Los libros editados en Español de André Van Lysebeth están disponibles en Amazon: “Aprendo Yoga”, “Perfecciono mi Yoga”, “Pranayama, a la serenidad por el Yoga”, “Mi sesión de Yoga” y “Tantra, el culto de lo femenino”.



          

sábado, 6 de febrero de 2016

"Liquid mind XI - Deep Sleep", el camino para alcanzar el sueño profundo.


por Pablo Rego | La Música es sonido, combinaciones que producen determinados efectos sobre el oyente. La serie creada por al artista norteamericano de Los Ángeles, California, Chuck Wild, denominada “Liquid mind,” busca generar un punto de percepción sutil de la música induciendo al Ser al descanso profundo. Esta entrega, la número “XI”, continúa la senda de su exitoso “Liquid mind VIII –Sleep, que fuera un suceso de ventas y reconocida por profesionales del ámbito de la salud como una herramienta para conseguir plena serenidad para alcanzar el mejor estado antes de dormir.

El nuevo álbum “Liquid Mind XI, Deep Sleep (Sueño profundo),editado por Real Music, continúa el camino de su antecesor “Liquid Mind VIII, retomando la búsqueda e investigación de los patrones y conceptos para crear una atmósfera que permita al oyente relajarse y entrar al sueño de manera plácida y natural, obteniendo así un descanso efectivo.

La frecuencia vibratoria de los sonidos que utiliza Chuck Wild a lo largo de las diferentes pistas del disco crean efectos en el cuerpo sutil de manera tal que al ir transcurriendo la música y el tiempo, las estructuras energéticas del cuerpo de luz se van armonizando hasta encontrar un equilibrio perfecto inducido por la música que ayuda a conseguir el sueño o la relajación de manera natural.

Liquid Mind XI - Deep Sleep, resulta una excelente herramienta para alcanzar esos estados que no siempre se pueden conseguir simplemente aquietándose o predisponiéndose  a liberar la tensión física y desapegarse de la mente. A través de esta arquitectura sonora, la mente va relajándose, dejándose llevar hacia un estado “líquido” hasta rendirse tal como es deseado en la relajación profunda o la meditación.

Compra Liquid Mind XI – Deep Sleep en Amazon. También está disponible Liquid Mind VIII - Sleep (©2007)

© Pablo Rego